¿Comó tratar a una trans?



 Ante todo trátanos como tratas a cualquier otra persona. No nos tengas miedo ni pena. Habla de cualquier cosa como harías con cualquier otra persona y no te preocupe nuestra condición transexual para poder relacionarte de forma natural con nosotros.

Si aún no te acostumbras es normal cometer errores. No atraigas más atención al hecho con mil disculpas. Sólo corrígete de inmediato y continúa con lo que estabas diciendo.

Utiliza siempre el lenguaje que corresponde a mi género mental. Si me considero de género femenino no utilices artículos y adjetivos masculinos ejemplo: el Devy.

Recuerda siempre que si me “cambio de sexo” no es para ser más guapa, sino para ser yo mismo y poder incorporarme a la vida con mi verdadera identidad. No es preciso que me digas que estoy guapa por el simple hecho de ir notando mis cambios. 

No esperes que me conforme a los estereotipos de mi género. Usaré la ropa que me guste y tendré los intereses que me atraigan.
Ten siempre en cuenta que el ser transexual no es una opción o una decisión. Es una realidad. La única “decisión” tomada es el permanecer como estoy o cambiar mi cuerpo para estar acorde con mi mente (lo que se conoce comúnmente como cambio de sexo).

No hagas bromas de mal gusto sobre mi condición transexual. Mis mejoras físicas y psicológicas son fruto de una batalla que gano todos los días de mi vida. Respétame como te gustaría que te respetara a ti.

No asumas de inmediato que pasar un proceso de reasignación de sexo o de género es mi único interés en la vida. Las personas transexuales amamos, sentimos, nos preocupamos, luchamos, nos caemos y nos levantamos como cualquiera. Además de mi transexualismo, nos importa la familia, los amigos, el trabajo, el estudio, la política, la naturaleza, la religión, y un sinfín de cosas mas, como a todo el mundo.
 

Deja de lado de una vez y para siempre la idea de que estoy aquí para causar shock o para atraer atención. No soy una persona egoísta. Soy un ser humano como cualquier otro. Tengo el derecho de estar sano física y mentalmente, y de vivir mi vida con plenitud en mi género femenino. 

Nunca menciones mi nombre anterior, ni preguntes cuál era. Escuchar ese nombre refiriéndose a mi me causa dolor pues es del género contrario al que mi cerebro pertenece. Cada vez que me llamas por ese nombre anulas mi identidad y levantas un muro entre tu y yo. Cada vez que me anulas me das la sensación de que no quieres conocerme.

No me avises cada vez que veas un documental o una película sobre transexuales en la televisión sólo porque yo lo soy. ¡Yo ya sé muy bien lo que es ser transexual! Hazlo solo si crees que es algo que en verdad me interesaría ver.

No te refieras delante mía a una persona que no es transexual como “un hombre o una mujer de verdad,” “un hombre completo,” o “una mujer real.” El hecho de que mi cuerpo físico y mi género no estén en armonía no significa que sea una persona falsa o menos real.
 
No me confundas con un trasvesti. Cuando dos cosas tienen nombres distintos es porque son diferentes.
 
No me confundas con los Drag queens. 

Si no te gusta como soy, no lo comprendes o eres incapaz de aceptar  mi cambio, no vayas por ahí hablando de mí como si fuera un delincuente o una mala persona. Limítate a mantener las distancias conmigo y yo no iré a molestarte.  Si te pido esto es para que colabores en mi felicidad. Recuerda que no ha sido fácil para mí llegar a esta decisión, y que nunca te pediré nada mas que una sola cosa: respeto

3 comentarios:

  1. Hola
    Muy acertada tu exposicion,y muy instructiva,te felicito
    saludos

    ResponderEliminar
  2. hola me parecio muy interesante esta tema no sabía que había diferencia entre trans y travesti, estoy empezando a leer tu blog y me ha gustado mucho gracias soy mau mac

    ResponderEliminar