En el Ecuador y en todo el mundo las personas transexuales
jugamos a la “ruleta rusa” con nuestras propias vidas, el motivo: que la salud
nos ha marginado. Yo activista transexual voy a seguir impartiendo conocimiento
a todos mis lectores para hacer de la sociedad una comunidad de justicia e
igualdad.
Como decía anteriormente la vida y la muerte en las personas
transexuales es cuestión de suerte, el proceso de cambio físico, mental y
social por la falta de ayuda y recursos nos convierte en blanco fácil del
peligro.
Cirugía: Cuando las cirugías son realizadas por especialistas y profesionales
en la materia, se convierte este método en el más seguro, las cirugías se
dividen en dos grupos, el primero se conoce como implantes (se trata de colocar una cápsula formada de silicona hipo
alergénica bajo el músculo para dar forma de senos o de glúteos) y el segundo se conoce como
irreversibles, consiste en extirpar y modificar los tejidos y algunos órganos del
cuerpo con el fin de formar nuevas estructuras.
Uso de aceites: se recurre a inyectar un aceite mineral para modificar
femeninamente busto, glúteos, caderas, piernas, labios, mentón, pómulos, etc…
Esta práctica representa un problema de salud, desde el proceso de inyección por
el uso de jeringuillas y el riesgo de engrosamiento de los tejidos por el método
de invasión de las sustancias liquidas anti orgánicas.
Pero por qué digo que la salud de las personas transexuales
está condicionada al azar, en efecto, en el servicio de salud pública de mi país
no existe especialistas y departamentos para orientar y salvaguardar la salud
de las personas transexuales.
Vuelvo y repito, la transexualidad es un proceso que se
inicia en la psiquis de una persona, por ende la psicología es la primera en
actuar; y el servicio de salud no está capacitado con profesionales para
satisfacer el programa orientador psicológico y la fase hormonal/antiandrógenos,
mucho menos para hacer una cirugía de reivindicación de sexo.
Es por este motivo que muestra salud física, mental y social
no tiene derechos, sin embargo el deseo de una persona nunca va ser aplacado
por la falta de recursos, es así como vivimos, nuestros cuerpos en especial la
zona de las caderas, glúteos y piernas sufren “amoratamiento” de piel y
deformidad por causa del aceite inyectado que se escurre hasta los pies.
En conclusiones, compañeras transexuales, el costo de la vida
y la salud cae por su propio peso, una cirugía con implantes por un especialista
está valorado en 3.500 a 5.000 dólares más gastos en medicamentos del posoperatorio,
usar aceites cuesta 35 dólares la botella de un litro, y por supuesto, tu amiga
te puede poner de una forma peligrosa, empírica y dañina.
La gran pregunta es ¿Algún día el Gobierno, laico declarado,
dará salud pública y gratuita en igualdad e inclusión?
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